viernes, 28 de julio de 2017

Alimentos para celiacos

La enfermedad celiaca requiere el seguimiento de un tipo de dieta especial para evitar los problemas que acarrea el gluten en quienes la padecen. Estos problemas pueden ir desde complicaciones gastrointestinales hasta carencias de vitaminas y minerales, ya que el gluten provoca lesiones en la mucosa intestinal que reducen la capacidad de absorción.


Ante esta enfermedad el médico ha de prescribir una dieta carente de gluten, pero, ¿Cómo saber qué alimentos pueden comerse y cuales no cuando hoy en día hay tal cantidad de productos elaborados?

Para saber que álimentos pueden y no pueden comer los celiacos, vamos a establecer una triple división: alimentos sin gluten, que pueden comer con total libertad, alimentos con gluten, que no deben comerse en ninguna circunstancia, y alimentos que pueden contener gluten, ante los que hay que extremar las precauciones y consultar siempre las etiquetas.

Alimentos sin gluten (permitidos)

 

Afortunadamente, hay bastantes alimentos que no contienen gluten lo que permite una dieta variada. Entre éstos se encuentran las carnes, pescados, huevos, leche, legumbres, frutas, verduras, hortalizas, frutos secos crudos, aceites, mantequillas, legumbres, azúcar, miel, arroz y tubérculos.

Alimentos con gluten (prohibidos)

 

Los cereales y los productos elaborados a partir de estos están totalmente prohibidos para los celiacos. De este modo, deben abstenerse de tomar pan, y cualquier alimento que contenga harina, como bollos, galletas, productos de repostería o bizcochos. Tampoco deben tomar ninguna clase de pasta, ni bebidas como la cerveza. Los higos secos también contienen glúten.

Alimentos que pueden contener glúten (examinar caso a caso)

 

Aquí es donde se localiza el mayor grado de peligro, ya que un celiaco suele tener bastante claros los dos grupos anteriores, es decir, lo que puede y no puede comer. Pero hay muchos alimentos no incluídos en estos que pueden generar dudas, y otros que, aunque en principio parezcan autorizados, contienen gluten como resultado de su elaboración, ante lo cual se hace necesario consultar siempre la etiqueta.

 El gúten puede incorporarse a estos alimentos, en teoría aptos, como parte de su proceso tecnológico de preparación o por contaminación cruzada, por lo que, siempre que no se trate de productos frescos y naturales, hay que consultar su composición para asegurarse.

Por ejemplo, la leche y la mayoría de sus derivados pueden tomarse, pero hay tipos de queso, como los de untar o quesos fundidos, que pueden no ser aptos. Los embutidos también suelen contener gluten en muchos casos por lo que hay que ser especialmente cuidadosos con ellos, y aunque la carne y el pescado fresco no suponen un peligro, consumirlos en conservas es muy distinto.